Podría explayarme a gusto sobre lo que ha sido un claro ejemplo de caída en picado desde aquel comienzo soñado que fue Silent Alarm, los posteriores tumbos y el golpetazo final que ha supuesto Four. Algo dentro de mi me dice que tuvieron que haberlo dejado cuando pudieron, lo que les hubiese dado otra dimensión, algo así como instalarlos en el olimpo de las banda de culto. Por contra aquí siguen empeñados en repetir esquemas que suenan ya a cosas pasadas e intentando introducir nuevos sonidos que, a base de palos de ciego, no terminan de arreglar nada.